¿Quién eres realmente?

«La mayor sabiduría que existe es conocerse a uno mismo»

Galileo Galilei

La semana pasada te lancé un pregunta para que empezaras a reflexionar: Qué respondes a la pregunta ¿Quién eres?

¿Alguna vez te has parado a preguntarte, quién eres realmente? La mayoría de personas no llegan a plantearse cuestiones así, pero tu no eres como la mayoría, estás aquí por algo, te has iniciado en tu proceso de descubrimiento y cambio y es hora de que empieces a cuestionarte cosas que hasta ahora no habías hecho.

Por eso, te propongo un ejercicio:

1. Coge papel y boli
2. Escribe tu respuesta a la pregunta ¿Quién es (tu nombre)?

Estoy segura de que has respondido con una de las siguientes opciones:

  • Puedes haberte descrito, ya sea con características de tu imagen física o de tu personalidad, “Soy simpática, cariñosa, morena…»
  • Puedes haber utilizado alguna etiqueta, como tu profesión, que es la más común, “Soy psicóloga”
  • Puedes haber respondido utilizando un rol que desempeñes, por ejemplo, en tu ámbito personal, “Soy mamá»
  • Puedes responder utilizando una etiqueta social, “Soy separada”, “Soy soltera»

Es muy importante que sepas que cualquiera de estas respuestas sólo son etiquetas. Yo misma las he usado en la presentación de este blog “soy psicóloga y coach»

Con ello, no quiero decir que utilizar etiquetas esté mal, pero es importante, saber qué hay detrás.

Antes de empezar cualquier camino, hay que saber de dónde se parte y a dónde se va. Como vamos a hablar de cambio personal, el punto de partida siempre vamos a ser nosotros, por eso vamos a profundizar un poquito más en el concepto de identidad.

Tu identidad es el conjunto de rasgos que te hacen ser una persona única.

Seguramente, ahora te estés preguntando, ¿y no soy todas esas etiquetas? La respuesta es sí, y no.

Existen algunos “problemillas” a la hora de plantearnos nuestra identidad.

El primero de ellos es que no solemos a pararnos a pensar, si las etiquetas que usamos son: etiquetas buscadas o etiquetas impuestas.

Una etiqueta buscada, es un objetivo, un “quiero ser” que tu te has marcado y te reconoces como tal, por tanto, te define.

Una etiqueta impuesta, es una característica que una persona externa te atribuye y que tú eliges si quieres identificarte con ella o no.

¿Cuál es el problema de esta distinción? Que solemos dar más importancia y peso, a la hora de describirnos, a las etiquetas impuestas que a las buscadas, porque pensamos que al venir de fuera son más objetivas, sin embargo no pensamos que muchas veces se cae en el error de las generalizaciones.

Otro “problema” a la hora de identificarnos es confundir rasgos con estados.

A pesar de que todo puede cambiar, se entiende como un rasgo algo con carácter más permanente, que difícilmente, con el paso del tiempo, va a modificarse, aquí hablaríamos, generalmente de las características de personalidad.

Un estado es algo que fácilmente puede cambiar con el paso del tiempo. Por ejemplo, un estado civil, todos empezamos siendo solteros, y algunos, al crecer se convierten en casados, otros en divorciados, otros en viudos…

Así que ahora, me gustaría plantearte un nuevo ejercicio:

1. Coge papel y boli

2. Responde a las preguntas:

  • ¿Quién eres físicamente? Descríbete
  • ¿Quién eres a nivel de personalidad? Descríbete
  • ¿Quién eres a nivel profesional? ¿A qué te dedicas?
  • ¿Quién eres en el terreno personal? ¿Qué roles desempeñas: amigo, pareja, madre, padre….?
  • ¿Quién eres a nivel de aficiones?
  • ¿Quién eres a nivel de pasiones? ¿Qué no dejarías de hacer nunca? ¿Con qué actividades se te pasa el tiempo volando?
  • Y cualquier otra cosa que pienses que forma parte de ti….

¿Cuántas de esas etiquetas han sido elegidas y cuántas impuestas?

En tu mano está que eso siga siendo así o cambiarlo…

¿Qué eliges?